CIUDAD DIGITAL
ERA INFORMATICAEn pocos años y sin mucho apoyo oficial se ha generado una incipiente industria informática en el Perú. Las marcas locales ya compiten con los nombres globales. Pero esto no es suficiente aun nos queda mucho camino por recorrer. Aunque hoy ya podemos hallar marcas creadas en el Perú, que van ganando espacio frente a los nombres globales.
Casi sin darnos cuenta, en los últimos cinco años, el Perú ha visto el surgimiento de una incipiente industria informática, que atiende a empresas y hogares por igual. Su ventaja: la rápida adopción del conocimiento que las corporaciones difunden en los países en desarrollo y la casi inmediata incorporación de lo último de la tecnología.
A su vez, el desarrollo de programas informáticos ha respondido rápidamente a las necesidades de las empresas nacionales, que demandan soluciones personalizadas.
Sin embargo, cual nacimiento prematuro, la situación de la industria aún es frágil y tiene muchos pendientes que solucionar para consolidarse.
En el mercado peruano, las marcas nacionales concentran solo el 8,5%.
WILSON DA LA HORA
El “boom” del ensamblaje nacional se inició hace unos cinco años, entre las cuadras 11 y 13 de la avenida Wilson, en Lima. El emblemático Compuplaza se ha mantenido como el centro de esta actividad.
Con casi un millón de visitantes mensuales, las consultoras internacionales de este negocio consideran que esta zona ya se ha convertido en un “hub” tecnológico, es decir, un centro de concentración de producción y distribución del negocio informático. Sin embargo, en este emporio conviven los negocios serios y la informalidad.
Una de las más sólidas iniciativas de empresas formales de Wilson, que ya se ha consolidado como proveedor de las principales casas comerciales del país, es Integrex, cuya marca Exim se ha posicionado en el segmento de gama alta (última tecnología) entre los buscadores de alto rendimiento.
COMENTARIO
Pese a lo comentado, la industria informática dista aún de estar consolidada. “La informalidad es un cáncer para nuestra actividad porque disipa el esfuerzo de las empresas formales”, Por ello, reclama una política gubernamental para incentivar la formalización del sector, que acelere el desarrollo de los centros informáticos.
Las empresas nacionales cuentan con una gran ventaja respecto a las extranjeras: nuestra oferta es flexible y está más cerca al consumidor local. Reaccionamos rápido ante las nuevas preferencias de las empresas y el público”, Asimismo, es consciente de que las marcas nacionales pueden repotenciar los productos que no tienen mucha demanda. “Podemos ser más eficientes porque no incurrimos en grandes costos de almacenaje”.
Casi sin darnos cuenta, en los últimos cinco años, el Perú ha visto el surgimiento de una incipiente industria informática, que atiende a empresas y hogares por igual. Su ventaja: la rápida adopción del conocimiento que las corporaciones difunden en los países en desarrollo y la casi inmediata incorporación de lo último de la tecnología.
A su vez, el desarrollo de programas informáticos ha respondido rápidamente a las necesidades de las empresas nacionales, que demandan soluciones personalizadas.
Sin embargo, cual nacimiento prematuro, la situación de la industria aún es frágil y tiene muchos pendientes que solucionar para consolidarse.
En el mercado peruano, las marcas nacionales concentran solo el 8,5%.
WILSON DA LA HORA
El “boom” del ensamblaje nacional se inició hace unos cinco años, entre las cuadras 11 y 13 de la avenida Wilson, en Lima. El emblemático Compuplaza se ha mantenido como el centro de esta actividad.
Con casi un millón de visitantes mensuales, las consultoras internacionales de este negocio consideran que esta zona ya se ha convertido en un “hub” tecnológico, es decir, un centro de concentración de producción y distribución del negocio informático. Sin embargo, en este emporio conviven los negocios serios y la informalidad.
Una de las más sólidas iniciativas de empresas formales de Wilson, que ya se ha consolidado como proveedor de las principales casas comerciales del país, es Integrex, cuya marca Exim se ha posicionado en el segmento de gama alta (última tecnología) entre los buscadores de alto rendimiento.
COMENTARIO
Pese a lo comentado, la industria informática dista aún de estar consolidada. “La informalidad es un cáncer para nuestra actividad porque disipa el esfuerzo de las empresas formales”, Por ello, reclama una política gubernamental para incentivar la formalización del sector, que acelere el desarrollo de los centros informáticos.
Las empresas nacionales cuentan con una gran ventaja respecto a las extranjeras: nuestra oferta es flexible y está más cerca al consumidor local. Reaccionamos rápido ante las nuevas preferencias de las empresas y el público”, Asimismo, es consciente de que las marcas nacionales pueden repotenciar los productos que no tienen mucha demanda. “Podemos ser más eficientes porque no incurrimos en grandes costos de almacenaje”.
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