ALGODÓN EN EMERGENCIA
EL HILO DE LA MADEJA.EL PRESTIGIO BIEN GANADO DE NUESTRAS PRENDAS DE VESTIR DE ALTA CALIDAD ESTÁ EN PELIGRO. EL PRINCIPAL PROBLEMA: LA PRECIPITADA CAÍDA DE LOS CULTIVOS DE ALGODÓN EN LOS ÚLTIMOS DOS AÑOS. ¿SE PODRÁ REVERTIR?
La calidad del algodón peruano nos abrió las puertas del mercado estadounidense de prendas de vestir hace más de una década. Las principales marcas de ropa destinada a los sectores más pudientes depositaron su confianza en la industria peruana frente a las de otros países. En las etiquetas de los polos que venden Tommy Hilfiger, Lacoste o Ralph Lauren figura la indicación de 100% algodón peruano. Sin embargo, ese prestigio comenzaría a tambalear en un futuro inmediato en la medida en que se ha acelerado la desaparición del principal insumo del sector: el algodón en sus variedades pima y tangüis.
Las campañas del 2008 y 2009 han sido un desastre sin precedentes. “De 105 mil hectáreas que se sembraban en el año 2005 se estima que se caerá a un poco menos de 30 mil hectáreas este año. Mientras tanto, el consumo total aparente de algodón del país en sus formas de fibras, hilados, tejidos y confecciones equivale a la producción de aproximadamente 200 mil hectáreas”, detalla el especialista Hugo Cárdenas, quien fue convocado por el Gobierno para evaluar la delicada situación de este cultivo, considerado como un producto de bandera.
Entonces, ¿por qué la producción de esta materia prima local decrece en relación inversa a la creciente actividad del resto de la cadena? Cárdenas revela que hoy el algodón peruano solo abastece el 19% del consumo total y el 81% se alcanza con la importación de algodón (aquí el experto toma en cuenta tanto a la fibra como sus derivados: hilados, tejidos y prendas finales). Hasta hace solo cinco año la relación de demanda del algodón peruano y el importado era de 50 y 50. Ocurre que la única competencia directa durante todos estos años fue el algodón de EE.UU.
En esa línea, el presidente de la Asociación Nacional de Productores Algodoneros (Anpal), Federico León y León, comenta que el empobrecimiento de los productores origina que este año el 50% de las hectáreas sembradas sean “socas”, que es cuando el agricultor solo poda la planta y no la retira con el fin de no comprar semillas. Otro 30% utilizaría la pepa para sembrar el algodón. En ambos casos, los resultados en la calidad son sumamente negativos.
¿Cuáles son los problemas que enfrenta el cultivo? En este punto se disparan muchas respuestas que logran evidenciar la complejidad del tema. Si partimos de la celeridad en la caída de los cultivos de los dos últimos años, está en primer lugar la recesión económica que enfrenta EE.UU., principal país de destino de nuestras confecciones (en un 70%).
Una segunda respuesta es que el algodón estadounidense comenzó a ingresar con cero arancel debido a la vigencia desde este año del tratado de libre comercio. Más allá de esto, el Perú es el único país del mundo que no subsidia a su algodón.
COMENTARIO
El estado peruano debería tomar cartas en el asunto con respecto al declive del algodón en nuestras exportaciones no dejemos que nuestro nombre quede mal antes los demás países ya que la alta calidad que siempre hemos mantenido debería seguir siendo asi y planificar la capacitación debida en los sectores que los producen.
El debate deberá continuar a nivel de todos los actores porque de esto dependerá el prestigio bien ganado de nuestras exportaciones de confecciones en el mundo.
La calidad del algodón peruano nos abrió las puertas del mercado estadounidense de prendas de vestir hace más de una década. Las principales marcas de ropa destinada a los sectores más pudientes depositaron su confianza en la industria peruana frente a las de otros países. En las etiquetas de los polos que venden Tommy Hilfiger, Lacoste o Ralph Lauren figura la indicación de 100% algodón peruano. Sin embargo, ese prestigio comenzaría a tambalear en un futuro inmediato en la medida en que se ha acelerado la desaparición del principal insumo del sector: el algodón en sus variedades pima y tangüis.
Las campañas del 2008 y 2009 han sido un desastre sin precedentes. “De 105 mil hectáreas que se sembraban en el año 2005 se estima que se caerá a un poco menos de 30 mil hectáreas este año. Mientras tanto, el consumo total aparente de algodón del país en sus formas de fibras, hilados, tejidos y confecciones equivale a la producción de aproximadamente 200 mil hectáreas”, detalla el especialista Hugo Cárdenas, quien fue convocado por el Gobierno para evaluar la delicada situación de este cultivo, considerado como un producto de bandera.
Entonces, ¿por qué la producción de esta materia prima local decrece en relación inversa a la creciente actividad del resto de la cadena? Cárdenas revela que hoy el algodón peruano solo abastece el 19% del consumo total y el 81% se alcanza con la importación de algodón (aquí el experto toma en cuenta tanto a la fibra como sus derivados: hilados, tejidos y prendas finales). Hasta hace solo cinco año la relación de demanda del algodón peruano y el importado era de 50 y 50. Ocurre que la única competencia directa durante todos estos años fue el algodón de EE.UU.
En esa línea, el presidente de la Asociación Nacional de Productores Algodoneros (Anpal), Federico León y León, comenta que el empobrecimiento de los productores origina que este año el 50% de las hectáreas sembradas sean “socas”, que es cuando el agricultor solo poda la planta y no la retira con el fin de no comprar semillas. Otro 30% utilizaría la pepa para sembrar el algodón. En ambos casos, los resultados en la calidad son sumamente negativos.
¿Cuáles son los problemas que enfrenta el cultivo? En este punto se disparan muchas respuestas que logran evidenciar la complejidad del tema. Si partimos de la celeridad en la caída de los cultivos de los dos últimos años, está en primer lugar la recesión económica que enfrenta EE.UU., principal país de destino de nuestras confecciones (en un 70%).
Una segunda respuesta es que el algodón estadounidense comenzó a ingresar con cero arancel debido a la vigencia desde este año del tratado de libre comercio. Más allá de esto, el Perú es el único país del mundo que no subsidia a su algodón.
COMENTARIO
El estado peruano debería tomar cartas en el asunto con respecto al declive del algodón en nuestras exportaciones no dejemos que nuestro nombre quede mal antes los demás países ya que la alta calidad que siempre hemos mantenido debería seguir siendo asi y planificar la capacitación debida en los sectores que los producen.
El debate deberá continuar a nivel de todos los actores porque de esto dependerá el prestigio bien ganado de nuestras exportaciones de confecciones en el mundo.
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