ESTADO PRESENTE
El Estado peruano tiene que seguir viendo crecer a las estatales extranjeras en nuestras propias narices y aprovechando nuestros recursos.
Varias empresas públicas extranjeras han encontrado en el Perú la oportunidad para seguir creciendo. Mientras esto sucede, las empresas estatales peruanas no la pasan del todo bien.
Posiblemente usted no lo sepa, pero cuando paga su recibo de luz o consume combustibles en algún grifo, una fracción del monto que cancela podría irse a financiar un puente en Colombia, una escuela en Brasil o el salario de algún empleado público en Italia. ¿La razón? Varias de las empresas del sector eléctrico y de hidrocarburos tienen como principal accionista al Estado. Obviamente, no del Perú, sino de esos países.
VENDAVAL PÚBLICO
En los últimos años varias empresas estatales extranjeras han ingresado agresivamente a invertir en el Perú, principalmente en el sector energético, atraídas por las mismas razones que han motivado la llegada de los privados: estabilidad económica, crecimiento del mercado peruano y facilidades para la explotación de recursos naturales.
Por otra parte, en el sector petrolero ha habido una gran incursión de empresas públicas extranjeras como Petrobrás, Ecopetrol, Petro-Vietnam, Korea National Oil y la argelina Sonatrach, la cual ingresó al Perú a través del Consorcio Camisea en el 2000, haciéndose del 10% de la empresa. Desde ese año, Sonatrach explora nuevas oportunidades de inversión en el Perú: estuvo a punto de participar en la exportación del gas de Camisea y de asociarse con Petro-Perú para construir un poliducto.
La participación de las estatales extranjeras en el sector hidrocarburos es cosa seria. El mayor productor de crudo del país, Pluspetrol Norte, dueño el lote 1-AB (en Loreto), cuenta con la participación de China National Petroleum. A Pluspetrol le sigue Petrobrás, dueño del lote X, ubicado en Talara.
Asimismo, las estatales Ecopetrol y Korea National Oil (Knoc), actuales propietarias de Petro-Tech, podrían convertirse en jugadores importantes en la producción de crudo en el país, tras anunciar la inversión de US$2.500 millones en su filial peruana.
En el sector minero, la inversión estatal china está presente con las empresas Minmetals, Shougang, y Chinalco. Como se sabe, esta última empresa va a invertir cerca de US$2.000 millones en el proyecto Toromocho para obtener alrededor de US$7.410 millones durante la vida útil de la mina en Junín (aproximadamente 36 años), de los cuales US$2.223 millones se irán en impuestos al Estado Peruano; y los restantes US$5.187 millones al Estado Chino.
EN DEBATE
El éxito de empresas estatales, como Ecopetrol y Petrobras, podría llevarnos a otra discusión partiendo de la pregunta: ¿se hizo bien al desmembrar empresas estatales como Petro-Perú o Electro-Perú? Si bien en algún momento se dio la ley de fortalecimiento y modernización de Petro-Perú con la finalidad de que esta empresa recuperara lo que tenía antes de la privatización (pozos petroleros, estaciones de servicios etc.) no hubo grandes cambios.